sábado, 11 de diciembre de 2010

IwishYOUwereHERE

Porque el verdadero amor es locura. Simple y llana locura. Se trata de todos los buenos sentimientos que vagan por el mundo: la dulzura, el respeto, la confianza, la inocencia, la alegría…que un día, cansados de las maldades del mundo, tomaron la maravillosa decisión de volverse locos. Así que llámame demente, porque hace mucho que me enamoré locamente de ti y descubrí que no sé amar de otra forma, aunque tampoco querría. Demente, porque he elegido que el amor sea mi forma de vida y no lucho contra ello…¿Acaso tú sí?

lunes, 6 de diciembre de 2010

Ojalá que llueva mañana

He tardado demasiado tiempo, pero al fin lo he comprendido: todos pertenecemos a alguien y la mitad de nuestra vida vagamos perdidos por este mundo sin saber quién será esa misteriosa persona que hará tambalear nuestro mundo, pero sobe todo, nuestro corazón.

Cuando das lo tuyo, das poco. Cuando verdaderamente das, es cuando te das a ti mismo, cuando te entregas sin condiciones, sin rencor y sin límites. Pero con amor, con mucho amor. Y entonces nos damos cuenta de que la verdadera felicidad no está en las cosas grandes, ni siquiera en las importantes: la verdadera felicidad llega un día inesperado y te golpea dulcemente el alma.

Y entonces, simplemente, sé que yo existo porque TÚ existes.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Y tú, ¿en qué crees?

Supongo que la vida no se vive por momentos, sino por emociones. El poder tan inmenso que tiene el amor…asusta. Porque sí, aunque muchas veces no lo sepamos ver, la gran verdad es que todo en esta vida se reduce a esto, al amor. ¿Infravalorado? Solo cuando no se ha sentido. ¿Sobrevalorado? Nunca. Porque si hay dolor, rabia, tristeza, decepción en este mundo…es porque antes ha habido amor. Muchas veces es difícil aceptar que para poder valorar la inmensidad de un momento feliz, es necesario haber pasado por un océano aparentemente eterno de malos momentos. Y entonces, sí sabremos apreciar ese momento glorioso en el que, aunque sea por solo un instante, el mundo cobra sentido.

Debemos ser merecedores de esa felicidad y no esperar nada, pero siempre, siempre, confiar. Tener fe siempre fue la clave. La fe en sentido puro, eterno, alejado de todo concepto religioso aunque a la vez sea esa la esencia. Porque en verdad, creer en lo que no vemos, en lo que tiene la mínima posibilidad de ocurrir no deja de ser fe. Creer en un día mejor, en que todo saldrá bien…creer en un milagro.

El ser humano siempre ha necesitado creer en algo, porque creer en uno mismo muchas veces no tiene con qué sostenerse.

YO…CREO EN TI